Mambe se plantea como un espacio que busca hacer homenaje al maíz y a la reivindicación de las herencias nativas del mismo. Este proyecto es representado a través de una cicatriz la cual logra interconectar su historia, cultura, el territorio y su población.

 

Colombia, siendo un país robusto y auténtico se mantuvo vivo desde tiempos ancestrales bajo la cultura del maíz, la cual fortalecía los vínculos con el trabajo y la firmeza en el campo. Las culturas, junto con sus tradiciones y dinámicas nativas de los pueblos indígenas pre coloniales fueron mermadas por la inminente llegada de la cultura europea a las tierras americanas, empujando así diferentes tradiciones las cuales han luchado por mantenerse vivas a pesar del desprestigio inmigrante, precursor y causante de su desvaloración nativa.

Es por este motivo que se decide dar énfasis a la herida para crear un símbolo de lo autóctono, fruto del trabajo del cultivador y su actividad incesante el cual hace posible establecer un enunciado de voluntad y belleza, el cual logra crear un tributo a esta cicatriz, un hermoso rasgo que evidencia su historia y le da un valor agregado.

 

Nos asentamos en el barrio La Candelaria, específicamente en la Cll 12b entre la cra 2da y 3ra, a pocos metros del Chorro de Quevedo, hito de reunión bogotana desde tiempos coloniales, espacio de esparcimiento que hasta el día de hoy conserva sus costumbres: Chicherías artesanales, cuenteros y ocio. Es de esta manera, como descubrimos en el maíz un gran potencial que sirviera como traducción histórica, reflejado en alimento y bebida la cual hace evidente esta reparación presentada desde la cocina hasta la mesa, convirtiéndola en virtud, bondad y un diálogo entre la diferencia.

 

Mambe es el resultado de este diálogo reivindicativo el cual se encuentra articulado por una columna vertebral que es representada por una gran estructura de madera encargada de interconectar todos los espacios. El mercado, el corredor que conecta el exterior con el interior del restaurante, la cocina y por último el descanso final. Esta estructura tiene la particularidad que durante su recorrido se convierte en mesón, sillas, barra y finaliza ascendiendo para rematar en un techo ornamental.

 

Contamos con dos accesos, en el primero de ellos se encuentra un mercado de origen campesino el cual permite entablar diálogos directos con los cultivadores para así generar un comercio saludable entre las partes. Cabe resaltar que nuestro mercado se encuentra conectado con la cocina del restaurante y es así como garantizamos la frescura en cada ingrediente de nuestros platos.

En el segundo acceso se encuentra una cocina abierta de carácter industrial, la cual permite a los comensales evidenciar el proceso que nuestros chefs, enmarcando la atmósfera blanca y de alta actividad en contraste con la atmósfera del restaurante, cálida y acogedora. En el interior contamos con un Gran Salón de donde del techo bajan sofisticadas lámparas de caparazón que iluminan las mesas articuladas por la -estructura cicatriz- la cual más adelante se convierte en una barra que rodea el bar/cocina experimental en donde se preparan bebidas artesanales y además se dan performances culinarios a cargo de invitados especiales o chef residentes. La atmósfera nos invita a tener reuniones cómodas bajo un techo en vidrio que permite la entrada de luz filtrada por una capa en fique donde podrán disfrutar del servicio a la mesa y las diferentes actividades propuestas. Terminando el recorrido, al extremo opuesto de la calle, la textura de la piedra coloreada por las luces del lugar hace de los baños un lugar íntimo, personal y de uso mixto.

 

Mambe es tributo a una cicatriz actual que nos invita conocer la historia de nuestro pasado, encontrando en ella el valor y la belleza que nos ayuda a construir nuestra próxima historia.